domingo, 8 de mayo de 2011

Frescos Romanos

Un fresco es una pintura realizada sobre una superficie cubierta con una delgada y suave capa de yeso, en la cual se va aplicando cal apagada y cuando la última capa está todavía húmeda, se trabaja (se pinta o se esgrafía) sobre ella, de ahí su nombre.
El fresco se ejecuta en jornadas de trabajo de 8 horas, ya que la cal en un periodo de 24 horas comienza su proceso de secado y no admite más pigmentos. Por ello algunos acabados se realizaban en seco, con temple, es decir, aglutinados con cola. A esa técnica se la conoce como fresco seco.


























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